Efectos irreversibles y nocivos de la pirotecnia en la salud auditiva de los niños

A medida que se acercan las festividades, una tradición común es la celebración con fuegos artificiales. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre los riesgos asociados, especialmente para la salud auditiva de los niños. Datos revelados por la OMS indican que más de mil millones de jóvenes adultos están en riesgo de sufrir pérdida de audición permanente debido a prácticas inseguras durante estas celebraciones.

Los sonidos estruendosos generados por petardos y fuegos artificiales, omnipresentes en las festividades, representan un peligro particular para la audición de los niños, los recién nacidos y los bebés prematuros. Este riesgo persiste ya sea que la exposición ocurra en el cielo o en el suelo, y el trauma acústico puede resultar en daños irreversibles.

La pérdida de audición, en sus diferentes grados, puede afectar significativamente diversos aspectos de la vida. Sin embargo, el impacto es aún más grave en los niños, ya que puede influir en el desarrollo del lenguaje. Aquellos con pérdida auditiva encuentran dificultades para desarrollar el habla y conceptualizar el significado de las palabras, lo que puede llevar a problemas de aprendizaje e integración, y afectar la autoestima.

Un síntoma crucial a tener en cuenta es la otorragia, manifestada por sangrado en el oído después de un desgarro en la membrana timpánica. Ante trastornos del equilibrio, temblores, mareos o debilidad corporal, se recomienda buscar atención médica de manera urgente.

Según la OMS, "más de mil millones de jóvenes adultos corren el riesgo de sufrir una pérdida de audición evitable y permanente debido a prácticas auditivas poco seguras", y se estima que para el año 2050, cerca de 2500 millones de personas tendrán algún grado de pérdida de audición, con al menos 700 millones necesitando rehabilitación.

¿Cómo cuidar la audición durante las fiestas?

Con las celebraciones comenzando anticipadamente, la exposición a fuegos artificiales también se inicia con anticipación. Se recomienda evitar la exposición de los niños a ruidos intensos, ya que es difícil determinar si se está dañando su audición. Si los niños reportan zumbidos constantes en uno o ambos oídos (tinnitus), se aconseja consultar a un experto lo antes posible.

Un diagnóstico temprano marca la diferencia en el tratamiento de la pérdida auditiva, especialmente en niños. Por lo tanto, la visita a un profesional es fundamental.

Cuando los petardos y fuegos artificiales se vuelven comunes, es esencial fortalecer el sistema inmunológico de los niños con una buena alimentación y protegerlos de sonidos fuertes y cambios de temperatura.

En estas festividades, un enfoque consciente en la seguridad auditiva puede marcar una gran diferencia en el bienestar a largo plazo de los más pequeños.