
Gusano barrenador ya afecta a 13 personas en el sureste mexicano
Treces personas han sido diagnosticadas con miasis por gusano barrenador en México; la mayoría viven en Chiapas y presentan comorbilidades como diabetes.

La Secretaría de Salud de México ha confirmado 13 casos de miasis en humanos causados por el gusano barrenador del ganado, un parásito originado por la mosca Cochliomyia hominivorax. La mayoría de las personas afectadas provienen del estado de Chiapas, mientras que otros dos casos se registraron en Campeche. Esta enfermedad, aunque más común en animales, ha comenzado a impactar a la población vulnerable del sureste del país, especialmente a quienes presentan heridas abiertas y viven en condiciones precarias.
De los 13 pacientes reportados, nueve son hombres y cuatro son mujeres, con edades entre 25 y 86 años. Doce de ellos presentaban al menos una comorbilidad, como diabetes, hipertensión o enfermedades crónicas, factores que aumentan el riesgo de infección. Hasta el momento, no se han reportado defunciones, y siete pacientes ya han sido dados de alta tras recibir tratamiento médico. Sin embargo, cuatro personas continúan hospitalizadas, la mayoría de ellas adultos mayores.
En Chiapas, los casos se distribuyen en municipios como Tapachula, Mapastepec, Tonalá y Ocosingo. Entre los afectados se encuentra una mujer de 83 años en Escuintla, con insuficiencia renal crónica y en situación de abandono social; también, un joven de 25 años en Chilón con una lesión en la cavidad oral y déficit neurológico. En Campeche, una mujer de 86 años con múltiples problemas de salud permanece hospitalizada en Candelaria, mientras que un hombre de 63 años ya fue dado de alta en Carmen.
La miasis es una infestación cutánea provocada por larvas que se alimentan de tejido vivo en heridas. En humanos, esta condición suele aparecer en personas con escasa sensibilidad al dolor, como pacientes diabéticos, o en quienes no tratan adecuadamente sus lesiones. Aunque es más común en animales de granja, su aparición en personas es una señal de alerta en contextos rurales y con limitada atención médica.
Las autoridades sanitarias mexicanas han activado protocolos de vigilancia, recolección de muestras y seguimiento epidemiológico para contener la propagación de este parásito. Mientras tanto, expertos recomiendan a la población extremar cuidados en la limpieza y tratamiento de heridas, especialmente en comunidades rurales, donde el riesgo de infestación es mayor debido al entorno ganadero y las condiciones de higiene.
