El 40% de los altos directivos sufre estrés: ¿es el fin de año contable uno de los motivos?
El cierre contable es una de las principales fuentes de estrés de los directivos de las empresas durante diciembre.
El año está tocando a su fin, llegan los festivos para los empleados de todas las empresas en España, y por supuesto, también el cierre del año contable. El objetivo de este ejercicio es pasar los saldos a las cuentas permanentes para comenzar con las cuentas temporales a cero y aunque suele realizarse al final de cada trimestre y cada mes, se hace uno a final de año. Este es el que más estrés genera ya que se tienen que dedicar incontables horas y esfuerzo para que todo salga bien, a veces puede llegar a tomar 10 días para su completa realización, dependiendo de la empresa.
Los altos directivos son los que más estrés sufren por los cierres contables de final de año, ya que finalmente son los que tendrán que dar la cara con cualquier tipo de resultado ante la cúpula directiva. De hecho, el 40% de los altos directivos suele tener de forma frecuente problemas de estrés ligados a sus responsabilidades según datos de Deloitte.
Muchos contables, y controllers programan los cierres contables de tal forma que se terminen de hacer cuanto antes, preferiblemente antes de finalizar diciembre o empezar enero. De esta forma habrá más tiempo libre para la planificación de próximos objetivos, aunque en ocasiones se puede demorar más de lo normal por motivos ajenos a la organización programada.
Cada empresa y cada contable tendrán sus estrategias para agilizar este trámite, pero hay un enemigo que acecha y que puede causar retrasos: el estrés. En este sentido, Miguel Navarro, CEO de Productividad Feroz, y experto en productividad y hábitos con un gran foco en el asesoramiento a equipos directivos, quiere compartir una serie de consejos que pueden ser vitales para controlar el estrés durante la jornada laboral y aumentar la productividad de todo el equipo en la recta final del año:
- El dominio de técnicas de respiración. En la esfera del liderazgo o la alta dirección, la serenidad frente a la adversidad debe ser una habilidad indispensable. Es por ello que, recurrir a la práctica de diferentes técnicas de respiración, por más sencillas o avanzadas que sean, puede ayudar a los líderes (y en definitiva a cualquier persona) a incrementar su agudeza mental y mantener un nivel óptimo de energía, lo que es crucial en momentos de alta exigencia. Este consejo no hace referencia a tomar un breve respiro, sino a integrar en la rutina métodos de respiración consciente.
- Establecer prioridades claras y enfoque dual de objetivos. Es tan importante marcarse unas prioridades claras especialmente a final de año como saber comunicarlas al equipo. También es imprescindible tener un enfoque dual en cuanto a objetivos, es decir, es esencial mantener un equilibrio entre lo realista y lo ambicioso. Si bien los objetivos realistas son más alcanzables y pueden minimizar la frustración y el estrés, los objetivos ambiciosos pueden actuar como un poderoso motor de innovación y crecimiento. Es por esto que, debe existir cierta flexibilidad en cuanto a marcarse objetivos que también estimulen la creatividad, la motivación y puedan llevar a la organización a alcanzar hitos inesperados.
- Integrar una rutina equilibrada de ejercicio. Aunque suene a clásico, combinar actividades cardiovasculares y de relajación, es esencial para mantener un buen estado tanto físico como mental. En este sentido es imprescindible aprovechar las mañanas antes de ir a la oficina para crear una buena dinámica de ejercicio, si no se dispone de tiempo, las tardes también son una buena opción.
- Prestar atención a la nutrición y al sueño. El descanso y la alimentación juegan un papel crucial en el manejo del estrés y en mantener la energía necesaria para enfrentar los retos del cierre de año. En épocas de alta demanda laboral y estrés, como es el cierre del año, es crucial no descuidar estos dos pilares de la salud. Hacerlo no solo incrementa la probabilidad de cometer errores, sino que también puede tener consecuencias a largo plazo en la salud física y mental de la persona. Descuidar estos 2 hábitos puede llevarte a disminuir tu capacidad cognitiva, tomando decisiones menos acertadas o aumentar tu irritabilidad.
Por último, y aunque suene a tópico o cliché, trabajar en el autoconocimiento y desarrollo personal puede ayudar a los directivos a manejar sus emociones y estrés. Es una forma de elevar la autoconciencia y la resiliencia que son claves para un liderazgo efectivo en periodos críticos. Auto-conocerse va a permitir una rápida adaptación frente a desafíos, al mismo tiempo que promueve una delegación estratégica basada en un entendimiento claro de las propias capacidades y las del equipo.