Uruguay : la influencia del ADN en el envejecimiento y la longevidad
Las pruebas genéticas ayudan a determinar la importancia de este factor en el inevitable proceso que atraviesan las personas durante la última etapa de la vida.
El ADN puede brindar una valiosa información para aumentar la longevidad, adquirir una mejor calidad de vida y envejecer de forma activa y saludable. Es posible saber, por ejemplo, si una persona tiene una mayor predisposición genética al fotoenvejecimiento o a una menor retención de nutrientes esenciales para mantener la salud durante la tercera edad, entre varios otros factores.
Por lo tanto, el autoconocimiento genético ayuda a adoptar hábitos que minimizan los riesgos hereditarios y potencian las ventajas presentes en el ADN.
El envejecimiento es un proceso natural de la vida. Estamos envejeciendo constantemente y si no hay escapatoria, tenemos que aprender a vivir y a hacer el mejor uso de estos años. Es posible envejecer bien, de forma saludable, y alargar el tiempo vivido con gran calidad.
¿Por qué envejecemos?
Tanto el número de ancianos como la longevidad han aumentado en todo el mundo. Según un informe publicado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en julio de 2022, se espera que la proporción de la población mundial de 65 años o más aumente del 10 % actual al 16 % en 2050. La estimación es que será más del doble que la de los niños menores de 5 años e igual al número de niños menores de 12 años.
En cuanto a la esperanza de vida global, este índice alcanzó los 72,8 años en 2019, lo que significa nueve años más con respecto a 1990. Para 2050, se estima que la longevidad mundial promedio será de 77,2 años.
Según Ricardo di Lazzaro Filho, fundador y coCEO de Genera, la ciencia no sabe cómo explicar exactamente por qué envejecemos, pero reconoce que ese es un proceso causado por la interacción entre varios factores, como el molecular, el uso de teléfonos móviles, el medioambiente, el estilo de vida y la genética.
Envejecer de forma saludable
A pesar de las cifras anteriores, el aumento de la esperanza de vida no supone una mejora de la salud pública. A medida que envejecemos somos más propensos a ciertas enfermedades y condiciones. Es necesario ser conscientes y autoconscientes para poder vivir de forma saludable y tener calidad para disfrutar cada etapa.
“Para tener una longevidad óptima es importante practicar actividades físicas, reducir el estrés, dormir bien, comer alimentos saludables y también prevenir o diagnosticar tempranamente enfermedades relacionadas con la edad”, opinó Larissa Siqueira Penna, analista de Investigación y Desarrollo de Genera.
En lo que respecta a la genética, los estudios de asociación de todo el genoma han identificado variantes asociadas con el envejecimiento en genes correlacionados con el mantenimiento celular y el metabolismo básico. Según Di Lazzaro, los expertos sostienen que la genética influye entre un 5% y un 25% en el proceso de envejecimiento y longevidad, siendo los factores ambientales los principales responsables.
La prueba genética de Genera, el primer laboratorio de Latinoamérica especializado en genómica personal, presenta un panel único sobre la influencia del ADN en el proceso de envejecimiento. Con él es posible explorar algunos factores y predisposiciones, tales como el fotoenvejecimiento, la predisposición a la calvicie y la degeneración macular, entre otros aspectos.
En otros paneles de Genera sobre salud y bienestar es posible encontrar varios otros factores genéticos que influyen directamente en la calidad de vida y el proceso de envejecimiento. En el dedicado a explorar las características de la piel que están relacionadas con el ADN se destacan aspectos como el riesgo de desarrollar acné, la aparición de manchas y arrugas, la sensibilidad a los rayos ultravioletas del sol, la flacidez de los párpados y la capacidad antioxidante. Conociendo estas características genéticas pueden adoptarse unos cuidados más específicos y personalizados para la salud y el aspecto de la piel, retrasando los efectos nocivos del envejecimiento.
“Cuanto antes se pueda realizar el test es mejor. En general las personas empiezan a pensar en esta alternativa alrededor de los 35 a 45 años, porque en ese momento de su vida se preocupan más por su salud. Siempre es un buen momento para conocer sus riesgos y compararlos con los de sus familiares. Esto es lo más fascinante de la medicina 4P: predictiva, preventiva, personalizada y participativa”, comentó Di Lazzaro en el programa Buen Vivir de Canal 4.
Es importante recalcar que tener una predisposición genética a determinada enfermedad no significa que la persona vaya a desarrollarla necesariamente, pero este autoconocimiento le brinda la oportunidad de adoptar medidas preventivas y buscar un seguimiento médico regular.