La inteligencia artificial reduce hasta un 30% el desperdicio de alimentos
Las herramientas tecnológicas reportan un 16% más en el margen neto de una empresa.
La digitalización ha impactado en las actividades económicas y laborales de manera vertiginosa en los últimos años; uno de los sectores más afectados por este cambio es la restauración. La implementación de las tecnologías ayuda tanto a solventar problemas como a mejorar la gestión de los establecimientos. El Massachusetts Institute of Technology (MIT) afirma que las empresas que explotan los recursos y conocimientos tecnológicos para innovar en su negocio, mejoran un 16% el margen neto. Adentrados en la hostelería, datos de AliMarket señalan que un 83,5% de los profesionales del sector disponen de herramientas digitales; que por lo consiguiente pueden derivar en un incremento de los beneficios.
Los dispositivos de I+D son capaces de generar información valiosa de cara a la toma de decisiones, como prever la demanda, controlar el volumen de desperdicios o aumentar las ventas. En este sentido, la incorporación del big data y la inteligencia artificial en la restauración reduce un 30% el desperdicio de alimentos, según los resultados publicados por la Japan Weather Association (JWA).
Por otro lado, como bien afirma la empresa de software Last.app, disponer de una base de datos en la nube, aporta un valor añadido al uso de la información disponible, ya que se abre la posibilidad de acceder a ella y poder disponer de reportes del negocio, tienda online propia, escalabilidad y precio vs. herramientas por separado, en tiempo real. El hecho de implementar un software como este, sin duda, puede eliminar funciones fácilmente automatizables gracias a la digitalización.
La irrupción tecnológica en forma de sistemas informáticos, QR y Whats App Business modernizan y optimizan la restauración
Como bien se ha visto en los últimos años, incorporaciones como el ya extendido QR para la consulta de la carta o pago a través del smartphone facilitan las comandas e incrementan la eficiencia laboral; así como la creciente tendencia de WhatsApp Business para mantener un contacto entre empresa y consumidor, consultar el catálogo online o gestionar los pagos de productos y servicios.
Los sistemas informáticos han sido traspasados a la restauración para facilitar todas sus acciones y disminuir los errores humanos. Last.app, la startup española dedicada a la creación de software para la gestión de restaurantes, presenta los beneficios para los restaurantes de disponer un software todo en uno para la integración digital de las tareas de la restauración.
● Gestiona el restaurante: el hardware y el software permiten controlar las comandas y las reservas.
● Ayuda en la gestión online, la tienda online y el mercado. Al tener una base de datos y un pronóstico de la demanda se puede ajustar más la compra de productos.
● Facilita el delivery y las herramientas que encadena. Este sistema permite tener el control total del negocio y sus procesos; visible tanto para el empresario como para el cliente que ha realizado un pedido.
● Administra el establecimiento: los sistemas permiten gestionar grandes cantidades de información y así ofrecer informes personalizados acerca del negocio y facilitar el marketing y la propia gestión.
● Servicio al cliente: la atención que se presta mantiene el contacto con el cliente y facilita ayuda en caso de ser necesario y aporta un feedback.
Francisco Gea, director de marketing de Last.app, clarifica que “la transformación digital no aporta únicamente los aspectos anteriores, sino que además moderniza la restauración, la dota de nuevos productos y servicios, la abre a nuevos perfiles de consumidores y empleados; y permite abrirse paso en nuevos mercados”. Además, la integración de nuevas tecnologías beneficia tanto a los propietarios o clientes, como al mismo medio ambiente, ya que pronostica la demanda y entonces ajusta los pedidos para no sobrepasar la compra y malgastar comida.
De esta manera, los actores implicados gozan de los beneficios de la digitalización en el sector, que cada vez más van incorporándose en numerosos establecimientos y liberan tiempo a destinar a tareas menos automatizables. Así pues, no elimina puestos de trabajo, sino que modifica las tareas, consolidándose como una oportunidad para reconvertirse.