Medios venezolanos usan avatares para informar y evitar represalias
Operación Retuit emplea inteligencia artificial para proteger a periodistas
En un esfuerzo por informar sin exponerse a represalias, una docena de medios venezolanos han lanzado "Operación Retuit", una iniciativa que utiliza avatares generados por inteligencia artificial, conocidos como La Chama y El Pana. Estos presentadores virtuales son el rostro de una estrategia diseñada para eludir la persecución del gobierno de Nicolás Maduro tras las controvertidas elecciones del 28 de julio, en las que se denunció fraude y manipulación de resultados.
En uno de los primeros videos publicados, La Chama y El Pana explican a su audiencia que, aunque ellos son productos de la inteligencia artificial, el contenido que presentan es veraz, verificado y producido por periodistas venezolanos. Esta aclaratoria es clave en un contexto donde informar sobre la situación política del país puede llevar a la cárcel.
Operación Retuit se presenta como un ejemplo de inteligencia colectiva, utilizando herramientas tecnológicas para mantener la libertad de prensa en un entorno hostil. Según Carlos Eduardo Huertas, director de la organización Connectas y articulador de la iniciativa, este proyecto de periodismo colaborativo es un hito sin precedentes en la región, permitiendo que más personas accedan a información confiable y de calidad.
La situación se agrava con las detenciones masivas ocurridas tras las protestas post-electorales, en las que el gobierno ha arrestado a más de 2.000 personas, incluidos periodistas y activistas. Los avatares, que han informado sobre más de 1.000 detenidos y al menos 23 fallecidos, subrayan que las cifras del gobierno parecen infladas con fines intimidatorios.
Operación Retuit, cuyo nombre desafía a la "Operación Tun Tun" del gobierno, busca compartir contenido en redes sociales de manera descentralizada, evitando la exposición directa de los periodistas involucrados. La elección del aspecto de La Chama y El Pana fue resultado de un proceso de consenso, destacando su juventud y apariencia común, que conecta con la audiencia venezolana.
En resumen, esta iniciativa no solo protege a quienes están detrás de la información, sino que también amplía su alcance, contando con el apoyo de periodistas venezolanos en el exilio que difunden el contenido producido dentro del país.