La Unión Europea da un paso histórico con la aprobación de su primera ley sobre el uso de la inteligencia artificial
Regulaciones para garantizar seguridad y respeto a los derechos fundamentales en la era de la IA
En una decisión pionera, la Unión Europea ha anunciado la aprobación de su primera ley integral sobre el uso de la inteligencia artificial (IA), marcando un hito significativo en la regulación de esta tecnología a nivel mundial. El acuerdo, alcanzado entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo, espera ser ratificado por ambas partes antes de entrar en vigor a finales de 2026, con algunas disposiciones aplicándose de manera anticipada.
La Presidencia española del Consejo de la UE destacó la importancia del reglamento al afirmar: "El objetivo principal es garantizar que los sistemas de IA utilizados en la UE sean seguros y respeten los derechos fundamentales y los valores europeos".
El proyecto de ley se enfoca en imponer regulaciones rigurosas a los sistemas de IA considerados de alto riesgo, especialmente aquellos utilizados en sectores críticos como infraestructura esencial y educación. Esta iniciativa tiene como propósito principal asegurar que la implementación de la inteligencia artificial esté sujeta al control humano, exigiendo documentación técnica detallada y la adopción de sistemas de gestión de riesgos. Se destaca la atención especial en la supervisión de las IA que interactúan directamente con seres humanos.
En caso de incumplimiento de la ley, las empresas enfrentarán sanciones sustanciales, que podrían incluir un porcentaje del volumen total de negocios de la compañía infractora del año fiscal anterior, e incluso montos superiores en casos graves.
Como parte integral del nuevo marco regulatorio, se establecerá un ente supervisor independiente. Se creará una oficina de IA vinculada a la Comisión Europea, la cual estará respaldada por un panel científico y la sociedad civil, garantizando una supervisión equitativa y experta en la implementación de estas normativas.
Esta decisión refleja el compromiso de la Unión Europea en abordar de manera proactiva los desafíos éticos y de seguridad asociados con la inteligencia artificial, estableciendo un estándar para el uso responsable de esta tecnología emergente. La implementación de estas regulaciones proporcionará un marco sólido que promoverá la innovación mientras protege los valores fundamentales y los derechos de los ciudadanos europeos.