Descubren en Perú el pudú de la yunga, una nueva especie de ciervo
Investigadores revelan la existencia de una especie de pudú hasta ahora desconocida, marcando un hito en la biodiversidad del continente americano.
Hace más de seis décadas que no se identificaba una nueva especie de ciervo en el continente americano. Sin embargo, recientemente, en el norte de Perú, ha surgido una nueva sorpresa para la ciencia: el Pudella carlae, también conocido como el pudú de la yunga peruana, una especie de ciervo hasta ahora desconocida.
Durante años, los científicos habían reconocido al pudú, un ciervo de pequeño tamaño y piel oscura que habitaba vastas áreas desde Argentina hasta Colombia. Bajo el nombre de Pudu puda, se identificaba una especie que ocupaba los bosques en la frontera sur entre Argentina y Chile.
Sin embargo, un equipo de investigadores de la División de Mastozoología del Centro de Ornitología y Biodiversidad del Perú logró demostrar que el Pudu mephistophiles, anteriormente considerado una única especie, en realidad comprendía dos especies distintas. Una de ellas, la forma típica Pudella mephistophila, habita la región peruana de Huancabamba y se extiende hacia el norte de Sudamérica. La otra, la recién descubierta Pudella carlae, es endémica de Perú y se encuentra en el sur de la depresión de Huancabamba, aproximadamente a 1.000 kilómetros al norte de Lima.
Este descubrimiento representa el primer hallazgo de una nueva especie de ciervo en 60 años en América y el primero del siglo XXI en todo el mundo.
Las diferencias entre las dos especies incluyen aspectos morfológicos y genéticos. El Pudella carlae es más grande, con un pelaje más oscuro y diferencias en la forma de las orejas en comparación con su contraparte del norte. Además, los análisis genéticos han demostrado que los linajes de ambos animales no coinciden lo suficiente como para considerarlos una sola especie.
El nombre científico Pudú se deriva de la palabra püdu en mapudungun, el idioma mapuche, que significa "el venado". Los mapuches usaban este término para referirse a los ejemplares de pudú que habitaban en Chile y Argentina, y con el tiempo, se adoptó para los hallados en Perú y Ecuador. El nombre "carlae" honra a una de las científicas involucradas en la investigación, Carla Gazzolo.
Guillermo D’Elía, profesor de la Universidad Austral de Chile, destaca la importancia de este hallazgo para comprender mejor la diversidad y la historia natural de los ciervos en América. Además, subraya la necesidad de continuar estudiando estas especies para su conservación, dada la escasez de información sobre sus hábitos y comportamientos.
El descubrimiento del Pudú de la Yunga peruana no solo representa un avance en la comprensión de la biodiversidad en América, sino que también destaca la importancia de preservar y estudiar los ecosistemas para proteger a estas especies únicas y vulnerables.