Tren de alta velocidad conectará Lima e Ica en 2031
Inversión de $6.500 millones promete transformar transporte en Perú
Reducción de tiempos y aumento de conectividad
El ferrocarril tendrá una velocidad máxima de 250 km/h, permitiendo que los pasajeros recorran la distancia entre Lima e Ica en solo 1 hora y 15 minutos, una mejora sustancial frente a las 4 horas actuales en automóvil. Este servicio ofrecerá capacidad para transportar a 500 pasajeros por viaje, beneficiando directamente a las 45.000 personas que realizan este trayecto diariamente.
Impacto en el desarrollo económico
Más allá de su función de transporte, el proyecto impulsará el desarrollo económico de la región sur. Durante la construcción, se generarán miles de empleos directos e indirectos, y, una vez en operación, se proyecta un aumento en el turismo, la inversión privada y el comercio.
Infraestructura de última generación
El tren contará con 15 estaciones estratégicamente ubicadas en localidades clave como Villa El Salvador, Lurín, Punta Negra, Chilca, Mala, Asia, Cerro Azul, Cañete, Chincha Alta, Pisco, y Paracas, entre otras. Estas paradas no solo facilitarán el traslado de pasajeros, sino que también se convertirán en puntos de desarrollo económico y social.
Ingeniería frente a retos geográficos
Para superar los desafíos del terreno, el proyecto incluye la construcción de 16 túneles y 59 viaductos y puentes. Estas obras de ingeniería están diseñadas para garantizar la eficiencia y seguridad del sistema ferroviario, respetando a su vez el entorno natural y cultural de la región.
Un impulso para el sur peruano
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) destaca que el tren de alta velocidad será un componente clave en la integración del país, consolidando al sur como un eje de crecimiento estratégico. Además, fomentará la sostenibilidad al reducir las emisiones de CO₂ generadas por vehículos particulares y autobuses.
Construcción del patio principal
El patio ferroviario, que servirá como base para los trenes, se ubicará en Lurín. Este espacio aprovechará terrenos agrícolas en desuso y albergará la tecnología necesaria para el mantenimiento de los modernos trenes CRH de alta velocidad.
Retos y proyecciones
Aunque la ejecución de este proyecto enfrenta desafíos logísticos y financieros, representa un paso significativo hacia un Perú más conectado y eficiente. El compromiso con la infraestructura de calidad promete no solo mejorar la movilidad, sino también transformar la calidad de vida de millones de personas en la región.
El tren de alta velocidad Lima-Ica no solo será un medio de transporte, sino un catalizador para el desarrollo económico y social del sur del Perú, marcando un nuevo capítulo en la modernización del país.