México enfrenta retos urgentes en el Día Mundial de la Alimentación
La inseguridad alimentaria afecta a millones, exigiendo una respuesta integral
Cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, fecha establecida en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con el propósito de concienciar sobre la importancia de una alimentación adecuada y la seguridad alimentaria. Este día cobra relevancia en México, donde más de la mitad de los hogares enfrenta inseguridad alimentaria, y la desnutrición sigue siendo un problema crítico.
La FAO, fundada en 1945, busca erradicar el hambre global, un objetivo que hoy enfrenta obstáculos cada vez más grandes. En 2023, más de 733 millones de personas en el mundo padecían hambre, un número que ha crecido debido a factores como el cambio climático, los conflictos armados y las secuelas de la pandemia de COVID-19. En México, la situación es particularmente alarmante, con 59.1% de los hogares viviendo en inseguridad alimentaria.
El acceso limitado a alimentos nutritivos y abundantes, junto con la falta de educación nutricional, son las principales causas de esta inseguridad alimentaria. Según el Instituto Nacional de Salud Pública, uno de cada tres niños menores de cinco años en México sufre de sobrepeso u obesidad, lo que tiene repercusiones graves en su salud a largo plazo. Esta realidad plantea un desafío urgente que requiere de soluciones integrales.
En respuesta, expertos y organizaciones insisten en la importancia de adoptar un enfoque multidimensional para mejorar la situación alimentaria en el país. Las políticas públicas deben enfocarse en promover la producción local de alimentos, garantizar el acceso a una dieta variada y equilibrada, y fomentar la educación nutricional. Malú Hernández-Pons, líder del programa Saber Nutrir de Grupo Herdez, señala que iniciativas como la suya, que trabajan en seguridad alimentaria y proyectos de comercialización, pueden ser clave para combatir la desnutrición en comunidades vulnerables.
Además de las acciones institucionales, se destaca el papel de las decisiones individuales. Elegir alimentos frescos y de temporada, reducir el desperdicio alimentario y promover hábitos saludables en los hogares son pasos concretos que pueden tener un impacto positivo. Diana Ramírez, nutrióloga de Sabre Nutrir, subraya la importancia de educar a las personas desde edades tempranas sobre la nutrición y apoyar la producción local para mejorar el acceso a alimentos nutritivos.
El Día Mundial de la Alimentación recuerda que el hambre y la desnutrición son problemas que exigen una respuesta coordinada. La colaboración entre gobiernos, sector privado y la sociedad civil es fundamental para avanzar hacia un futuro en el que todas las personas tengan acceso a una alimentación adecuada y saludable.