Erupción del volcán Ruang en Indonesia desata evacuaciones masivas y alerta máxima

El volcán Ruang, situado en Indonesia, ha vuelto a entrar en erupción este martes, desencadenando una serie de acontecimientos que han llevado a la evacuación de miles de residentes y a la cancelación de vuelos internos. La columna de ceniza resultante alcanzó una altura de 5.000 metros, lo que llevó a las autoridades a elevar la alerta al nivel máximo IV.

El Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos (PVMBG) de Indonesia informó que la erupción ocurrió a las 08:35 hora local (00:35 GMT), marcando un aumento en la actividad volcánica que se había observado desde hace dos semanas. Este incremento en la actividad llevó al PVMBG a emitir una advertencia a las comunidades cercanas, instándolas a mantenerse alerta y a evitar acercarse a un radio de 7 kilómetros alrededor del volcán.

La Agencia de Gestión de Desastres (BNPB) también ha emitido comunicados, reportando que la actividad del volcán Ruang se intensificó desde la noche del lunes y la madrugada del martes, con cientos de "terremotos volcánicos" y pequeñas erupciones de cenizas y rocas. Estas erupciones afectaron a una aldea dentro del radio de seguridad, provocando evacuaciones y cortes temporales de electricidad por motivos de seguridad.

Se estima que entre 11.000 y 12.000 personas serán evacuadas debido a que sus hogares se encuentran dentro del radio de exclusión establecido. Como medida de precaución, se ha extendido el estado de emergencia hasta el 13 de mayo, dada la continuación de la actividad volcánica.

El volcán Ruang, con una altura de aproximadamente 725 metros, se encuentra en una pequeña isla homónima de unos 5 kilómetros de ancho. Esta erupción se suma a la larga lista de volcanes activos en Indonesia, un país que alberga más de 400 de estos fenómenos naturales, con al menos 129 de ellos catalogados como activos y 65 considerados peligrosos.

Indonesia, ubicada dentro del Anillo de Fuego del Pacífico, es propensa a la actividad sísmica y volcánica, experimentando alrededor de 7.000 temblores al año, la mayoría de baja intensidad. Esta erupción recuerda la importancia de la preparación y la vigilancia ante los riesgos naturales en la región, en un contexto donde la seguridad y el bienestar de la población son prioritarios.